¿Desayunar como un rey?

A pesar que hace unos años atrás se creía que debíamos desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo, la realidad es que el desayuno es una comida más del día.
Es tan importante como el resto de los tiempos de comida, si lo vamos a incluir en nuestro día a día hay ciertos aspectos a tener en cuenta.
Diversos estudios muestran que incluir proteínas en el desayuno nos ayudaría a regular la glucosa en sangre e incluso reduciría la ingesta total de alimentos al final del día. Lo que puede ser relevante para personas con diabetes o resistencia a insulina y para aquellos que quieren reducir grasa corporal.
Ingerir proteínas durante el desayuno ayudaría a mejorar la masa muscular y a generar saciedad. Por el contrario, comenzar empieza el día consumiendo alimentos de baja calidad nutricional como los “ultraprocesados” contribuiría a que las personas sientan más apetito y terminen comiendo más durante el resto de la jornada.
A su vez, parece interesante desayunar si entrenas en la mañana. Es importante acercar la mayor ingesta de calorías a la actividad física. Las calorías después de entrenar tienen un efecto especial.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es que los horarios de las comidas son significativos. Concentrar más calorías durante el día produce mejores resultados que comer mucho por la noche, pero esto es independiente de si se desayuna a primera hora o simplemente se hace una comida diurna más grande con una cena pequeña. Se observó que llevar las comidas hacia la noche aumentaba la quema de glucosa y disminuía la oxidación de la grasa. Se apreciaba también un aumento de la glucosa, insulina y triglicéridos en sangre.
Existe una gran variedad de opciones y preparaciones de desayunos con distinta calidad nutricional y parece que es más importante lo que se come que si realiza o no. Lo mejor que puedes hacer es escuchar a tu cuerpo. Si te despiertas con hambre y disfrutas del desayuno continúa haciéndolo, pero basado en comida real y si puedes incluye proteínas en el mismo.
Para algunos saltearse el desayuno puede ser una estrategia para ingerir menos calorías y favorecer la pérdida de peso, pero para otros desayunar es importante para no terminar comiendo más el resto del día.
Actualmente no existe evidencia científica para observar cuanto impacta el desayuno o la no realización del mismo en la grasa corporal. Se cree que tiene un rol moderado en el control del peso y la saciedad.
Entonces… desayunar no tiene nada mágico, pero tampoco ¡nada de malo! Si lo disfrutas y te levantas con apetito, continúa haciéndolo basado en comida real y con algún alimento fuente de proteína preferiblemente.